"How much is that doggie in the window?" Patti Page
Y es que desde que tenemos a la perrita, me he dado cuenta de que puedo cocinar mucho más. Con la cabeza libre de "mamá-mamá-mamá" cada treinta segundos, puedo remangarme y ponerme en la cocina a experimentar, probar y disfrutar un poco del sonido de la batidora y el calorcito que sale del horno, aunque he de decir que para esta tarta, los dos pequeños se han venido conmigo a la cocina y han propuesto estas dos variaciones que hacen de esta tarta algo realmente especial: Azúcar moreno y cuajada.
Cheescake de Azúcar Moreno y Vainilla (Durmiente)
¿Por qué durmiente? Pues porque esta es una tarta que debe dormir en el horno para saborearla al día siguiente. Así que no os olvidéis de hacerla por la noche, antes o después de cenar. Sólo tardaréis diez o quince minutos en la preparación, más 45 min en el horno.Así de fácil lo ponemos hoy.
Ingredientes, preparación y toodooo lo demás.
1º: Horno a 200º2º: Hacemos la base de la siguiente manera:
-Trituramos un rulo de galletas (A mí, me gustan mucho las tipo Napolitana)
- Derretimos 90 gr de mantequilla y lo mezclamos con las galletas hasta conseguir una textura parecida a la arena.
Yo no le puse azúcar y me gustó más porque ayuda a que no sea empalagosa, sin embargo, si te gusta más dulce puedes ver otra versión de esta base AQUÍ
Extendemos la masa de las galletas en un molde de unos 22 cm y aplanamos con una cuchara.
Reservamos en la nevera.
3º: Nos hacemos con una batidora y un recipiente en donde poder ir mezclando los ingredientes de la crema de queso en el orden siguiente:
-400 gr de queso tipo Philadelphia
-2 tarrinas de cuajada lista para consumir.
-170 gr de azúcar moreno
-50 gr de azúcar blanco
-1 tapón de vainilla
-3 huevos (De uno en uno)
-2 cucharadas soperas de harina.
Sacamos el molde en donde habíamos colocado la masa y vertemos la crema por encima. Le damos un par de sacudidas para sacar el aire y...
4º: ¡Al horno!
- Metemos el molde en el horno a 200º. Lo dejamos a esa temperatura unos15 minutos y en ese momento bajamos el horno a 130º, dejando la tarta así durante unos 30 min tras los cuales y ¡¡¡sin abrir el horno!!!, tendremos que apagarlo y olvidarnos de todo hasta la mañana siguiente.
5º: La mañana siguiente:
¡Tachán! Abrimos el horno y, como por arte de magia, nos encontramos un suculento pastel de queso suave, cremoso y dorado con una cierta textura que recuerda al flan y que estoy segura que os hará empezar el día con una sonrisa.
Nota: Si sobra, hay que guardarlo tapado en la nevera.
Querida Raquel,
ResponderEliminartotalmente de acuerdo con lo del perrín y habiendo niños es la mejor idea;en cuanto a la tarta la he hecho esta noche sin la base de galletas y me ha salido genial, no es muy pesada y está buenísima. Lo peor dejarla toda la noche en el horno sin poder probarla
Un besín
Bea
Hola Bea!! Qué alegría leerte por aquí! Y qué bien que te haya gustado la tarta!!
EliminarAhora estoy en Gijón, así que si quieres un día nos tomamos un café con los perrinos en una terraza.
Un besito!